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ENZIMAS ¿SON PELIGROSOS?

LAS PROFUNDIZACIONES DE FRA-BER

FRA-BER HA PATENTADO EL USO DE ENZIMAS EN LOS DETERGENTES PARA LA LIMPIEZA DE LOS AUTOMÓVILES.

El valor de muchas empresas está mayormente formado por los «activos intangibles», es decir, los derechos de propiedad intelectual, como la marca. Las patentes protegen todos los inventos y su valor económico, prohibiendo su reproducción por parte de otras empresas, entre las cuales se encuentran sus mayores competidores. Muchas de las fórmulas de los productos Fra-Ber han sido aditivadas con enzimas, una tecnología que Fra-Ber ha decidido proteger y patentar. Por eso, todos los productos aditivados con enzimas están patentados de acuerdo con la solicitud de patente N.º MI2013A000782 presentada y concedida el 15-05-2013. La concesión de esta patente nos permite obtener un ámbito de exclusividad para el uso de al menos un componente enzimático o un microorganismo activo en las soluciones de limpieza y cuidado de vehículos como automóviles, camiones, remolques y autobuses.

¿QUÉ SON LOS ENZIMAS?

Los enzimas son moléculas proteicas naturalmente presentes en todas las células vivientes, que funcionan como aceleradores de una reacción bioquímica. Los enzimas tienen, por tanto, vida y dividen de forma natural las sustancias sucias facilitando su eliminación durante el lavado. De hecho, diferentes detergentes contienen enzimas para acelerar la degradación de proteínas, lípidos carbohidratos que componen las manchas. Dado que muchas de las manchas de suciedad presentes en los tejidos son de origen natural, en las formulaciones de los detergentes se han añadido enzimas. Esto ha provocado un aumento de la capacidad de los detergentes de eliminar las manchas.
Los enzimas presentes en los detergentes se dividen en:

Celulasas: Utilizadas para degradar la celulosa en los azúcares simples.
Amilasas: Utilizadas para los lavados de manchas particularmente resistentes de almidón y derivados.
Lipasas: Utilizadas para optimizar la eliminación de manchas de diferentes tipos de grasas.
Proteasas: Permiten eliminar varios tipos de proteínas.

MUCHOS ENZIMAS, MUCHAS FUNCIONES DIFERENTES.

Puesto que cada uno de los enzimas cataliza una reacción muy específica, es necesario que en las células haya una gran cantidad de enzimas para poder efectuar las diferentes transformaciones químicas que se requieren. La mayor parte de los enzimas ayuda a separar las moléculas más grandes en otras más pequeñas y a producir energía en sus sustratos. Hoy en día, los científicos han identificado más de 10.000 enzimas diferentes. Ante esta gran cantidad, se ha elaborado un método de nomenclatura lógico para garantizar que la definición de cada uno de estos sea clara y puedan identificarse.
Aunque a menudo se identifican con nombres cortos y de uso común, los enzimas poseen también una denominación química más extensa. Cada uno de los enzimas además, incluye un número de identificación en cuatro partes (número CE), que se basa en el sistema estándar de nomenclatura de los enzimas que ha mantenido en vigor la Unión Internacional de bioquímica y biología molecular (IUBMB) y la Unión Internacional de química pura y aplicada (IUPAC). La mayoría de los enzimas cataliza el traslado de electrones, átomos o grupos funcionales. Según el tipo de reacción catalizada, los enzimas se dividen en seis clases que a su vez se reparten en grupos y subclases. Por ejemplo, el enzima que cataliza la conversión del azúcar de la leche (lactosa) en galactosa y glucosa, que normalmente se conoce con el nombre de lactasa, tiene la denominación sistemática de Beta-galactósido galactohidrolasa y el número de clasificación CE 3.2.1.23.
Aunque muchos esfuerzos se centran en la búsqueda de las moléculas de enzimas adecuadas para cada aplicación específica, la formulación juega un papel importante en el uso final y en el éxito del producto. Una nueva molécula enzimática con excelentes prestaciones puede fallar en el mercado si el enzima no es estable durante el transporte y el almacenamiento. La formulación adecuada puede eliminar estos defectos, por lo tanto, la importancia de poseer una fórmula correcta no debe subestimarse. Gracias a su conocimiento de los productos químicos, Fra-Ber puede introducir sin problemas los enzimas en las formulaciones.

¿CÓMO FUNCIONAN LOS ENZIMAS?

Los residuos de suciedad se acumulan en las cavidades microscópicas de las superficies y dificultan su eliminación
Los enzimas activos, moléculas presentes en todas las células vivas, penetran en profundidad en los poros y degradan una amplia gama de residuos orgánicos no visibles a simple vista.
Aceleran y mejoran la calidad de la limpieza: más profunda e inmediata. Además, ayudan a eliminar los malos olores

EN GENERAL, ¿CÓMO TRABAJAN LOS DETERGENTES ADITIVADOS CON ENZIMAS ACTIVOS?

Los enzimas desde los años 60, son un ingrediente clave de los detergentes. Los microorganismos beneficiosos penetran en profundidad en los poros de las superficies degradando una amplia gama de residuos orgánicos incorporados y mejorando la calidad de la limpieza. Diferentes tipos de residuos, como aceite, grasa y manchas de azúcar, se acumulan en las cavidades microscópicas y en las fisuras de las superficies duras, y es muy difícil eliminarlos completamente. Las fórmulas aditivadas con enzimas permiten una limpieza inmediata eliminando los residuos superficiales.
Los enzimas tienen la capacidad de disolver las manchas en pequeñas partes solubles en agua, que se eliminan con mayor facilidad durante el lavado. Además, pueden ser eficaces incluso en pequeñas dosis (compactación): eficiencia en cuanto al peso, lo que significa que incluso una dosis mínima de enzimas puede conseguir una limpieza profunda frente a los resultados que se habrían obtenido con otros ingredientes. También, la misma enzima puede actuar varias veces en las mismas moléculas-sustratos (por ejemplo, la tierra); por lo tanto, una pequeña cantidad de enzima añadida al detergente garantiza una fuerza de lavado muy elevada. El poder catalítico atribuye un papel fundamental a los enzimas en los detergentes concentrados y compactos. En el proceso de desarrollo de la línea Evoenzymes se han realizado pruebas en un laboratorio externo, para comprobar la actividad de los enzimas a través del poder detergente en el Launder-Ometer y una evaluación de la actividad enzimática mediante prueba de contacto con sustratos específicos.

¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE LA PRESENCIA DE ENZIMAS EN LOS DETERGENTES?

MENOR IMPACTO AMBIENTAL Y MAYOR PODER DETERGENTE.
Dado que el enzima es capaz de trabajar sobre muchas moléculas de sustrato, pequeñas cantidades de enzimas compensan mayores cantidades de ingredientes químicos convencionales. Las fórmulas modernas utilizan esta propiedad y, por lo general,
incorporan varios tipos de enzimas que permiten una cierta reducción de las cantidades de otros ingredientes químicos, con una gran ventaja para el medio ambiente. De esta manera, los consumidores se benefician de productos más compactos con un impacto ambiental reducido y excelentes prestaciones de limpieza.
ACCIÓN DURADERA.
Gracias a la eliminación de los residuos orgánicos que continúa después de la aplicación. Actúan tanto en superficies comunes como en los cepillos presentes en las instalaciones, los cuales pueden protegerse contra la formación de algas y suciedades orgánicas.
CONTROL RADICAL DE LOS OLORES.
Gracias a la biodegradación total de las moléculas de suciedad orgánica, estos mejoran el control de los olores en los depósitos de acumulación, en los sistemas de depuración y siguen alimentando el sistema biológico de depuración, lo que favorece el mantenimiento del mismo.
TOTAL Y RÁPIDAMENTE BIODEGRADABLES.
En muchos años de pruebas se ha demostrado que los enzimas tienen un perfil toxicológico muy seguro: los enzimas no son mutagénicos ni clastogénicos. No desarrollan toxinas.
AHORRO ENERGÉTICO.
De hecho, los enzimas son «blindados» para poder trabajar incluso a bajas temperaturas, respecto a los tensioactivos y enzimas utilizados anteriormente. Esta propiedad representa un beneficio para el consumidor, ya que favorece la formulación devdetergentes menos agresivos para el medio ambiente y más eficaces contra las manchas. Los productos activos a bajas temperaturas presentes en el mercado tienen enzimas que, gracias a sus propiedades, ofrecen buenos resultados de limpieza a temperaturas de lavado inferiores al estándar (40 °C).
SOLUCIÓN SOSTENIBLE.
En los diferentes ámbitos industriales, los enzimas permiten garantizar la calidad y la estabilidad de los productos mejorando la eficiencia en ámbito productivo. Un uso de energía, agua y materias primas inferior y la reducción de los desechos son garantía de productos que respetan el medio ambiente. El WWF (World Wildlife Fund) ha elaborado una valoración de los beneficios que los enzimas podrían garantizar a la industria alimentaria en términos de eficiencia respecto a la tradicional. Los resultados demuestran que gracias a los enzimas se pueden ahorrar 139 MtCO2e (millones de toneladas métricas de anhídrido carbónico equivalente) en la industria alimentaria y hasta 65 MtCO2e en las industrias tradicionales (detergentes, sector textil, industria del papel) hasta el año 2030. Estas cifras equivalen a las emisiones de CO2 que se producen con 430 millones de barriles de petróleo o a la eliminación de unos 40 millones de automóviles de las carreteras. Muchas industrias deben afrontar el problema de la producción de residuos que por su naturaleza son peligrosos. Con los enzimas, sustancias completamente biodegradables, este problema no se presenta. Una vez que han acabado su función, los enzimas industriales se separan en aminoácidos que se reciclan de forma natural en el medio ambiente. Estas sustancias también contribuyen a mejorar la eficiencia en el uso de los recursos de la cadena alimentaria, reduciendo las pérdidas durante los procesos de transformación.

¿LOS ENZIMAS SON PELIGROSOS?

Los enzimas no presentan problemas para el medio ambiente; en lo que respecta a la peligrosidad de los enzimas para las personas, el argumento ha sido tratado ampliamente por la literatura científica. En particular, las tres asociaciones europeas activas en este sector, es decir, Aise, Cefic y Cleanright, afirman que los enzimas:

NO SON TÓXICOS EN CASO DE INGESTIÓN
SON FÁCILMENTE BIODEGRADABLES
NO REPRESENTAN UN RIESGO PARA EL MEDIO AMBIENTE

Por lo que se refiere al riesgo alérgico potencial para las personas, también se declara que:
«Sí. El uso actual de enzimas en los productos para el lavado y para la limpieza no representa un peligro para los consumidores. Los enzimas no son tóxicos en caso de ingestión, son fácilmente biodegradables y no representan un riesgo para el medio ambiente. Muchas proteínas pueden provocar alergias en caso de inhalación repetida. El polen, los ácaros, los pelos de animales y la harina son alérgenos por inhalación muy conocidos. Al ser proteínas, los enzimas también son potenciales alérgenos por inhalación. Sin embargo, la alergia a los enzimas representa un peligro profesional exclusivamente para quienes trabajan en establecimientos que utilizan grandes cantidades de enzimas y que se exponen regularmente a concentraciones significativas. Muchos años de experiencia y numerosos estudios han demostrado que los enzimas presentes en los detergentes no representan un riesgo alérgico para los consumidores. Nada indica que los enzimas sean capaces de provocar sensibilizaciones cutáneas (dermatitis alérgica por contacto), una forma diferente de alergia asociada a sustancias de bajo peso molecular».

LAS MULTINACIONALES TAMBIÉN UTILIZAN ENZIMAS.

Recuerde que hay muchas multinacionales que han utilizado enzimas en sus fórmulas, afirmando y constatando excelentes ventajas en sus aplicaciones.
Henkel en 2014, lanzó al mercado uno de sus productos más conocidos, Dixan, con la nueva tecnología ColdEnzyme y declaró:
«… Dixan se renueva gracias a la tecnología ColdEnzyme. Esta nueva fórmula patentada que contiene una exclusiva mezcla de enzimas que se activan desde los 20 grados, garantiza un excelente rendimiento de lavado, incluso en manchas difíciles que normalmente requieren altas temperaturas. Limpieza impecable incluso a bajas temperaturas».

Procter&Gamble, empresa fabricante de marcas famosas como Dash, Fairy, Lenor, Viakal y Swiffer, ha declarado:
«Estas proteínas son excelentes para descomponer las manchas y los residuos de alimentos. Cada enzima actúa sobre una mancha específica, por eso los detergentes contienen varios tipos de enzimas».

LA CREACIÓN DE ENZIMAS A MEDIDA GANA EL PREMIO NOBEL 2018 Y EL MILLENIUM TECHONLOGY PRIZE 2016.

La química ecológica gana el premio Nobel de química 2018. La Academia de Suecia ha premiado el descubrimiento de los «registros de la evolución», como los enzimas en la base de reacciones químicas vitales, además de los numerosos efectos positivos para tecnologías y procesos de transformación respetuosos con el medio ambiente. Los científicos premiados son los estadounidenses Frances H. Arnold y George P. Smith y el británico Gregory P. Winter.
La existencia y la continuidad de la vida en nuestro planeta han sido posibles gracias a la evolución, que con un buen porcentaje de casualidades ha resuelto muchos problemas químicos. Todos los organismos vivos son capaces de producir energía a partir de lo que tienen a su alrededor, creando a su vez otros compuestos químicos útiles para su existencia.
La química de la vida está descrita y programada en nuestros genes y, por lo tanto, se transmite de generación en generación. Las mutaciones casuales durante la transmisión hacen que algunas cosas cambien; casi siempre, el resultado son organismos más débiles y desfavorecidos, otras veces se producen mejoras que hacen que algunos ejemplares de una generación prevalezcan sobre otros.
Arnold, Smith y Winter han cambiado la bioquímica aplicando los mismos principios de la evolución, pero en un laboratorio.
Frances Arnold tiene 62 años, es estadounidense y comenzó a trabajar con las tecnologías del ADN en los años ochenta. Su idea era simple, pero al mismo tiempo revolucionaria y difícil de realizar: en lugar de producir medicamentos, objetos y otros productos químicos a través de la química tradicional –utilizando solventes, metales pesados, ácidos y otros contaminantes– aprovechar los instrumentos que usa la naturaleza en su gran laboratorio químico, los enzimas. Crear nuevos, imitando a los existentes, hubiera sido posible, hipotetizó Arnold.
Tras años de pruebas fallidas en el laboratorio, donde intentaba combinar las bases de los enzimas (los aminoácidos) para crear nuevos enzimas, Arnold llegó a la conclusión de que era necesario seguir un camino diferente.
Retomó los trabajos realizados hasta ese momento con la subtilisina, un enzima que cataliza (es decir, que favorece y acelera) las reacciones químicas en soluciones a base de agua, para hacer que se comporte del mismo modo en un solvente orgánico como la dimetilformamida (DMF). Realizó algunas mutaciones (modificaciones casuales) en el código genético del enzima y las introdujo en las bacterias, para que produjeran miles de variantes de la subtilisina. En ese momento, se trataba de entender cuáles de estas variantes serían más adecuadas para funcionar en la DMF.
Teniendo en cuenta que la subtilisina descompone la caseína (la proteína de la leche) seleccionó las variantes del enzima que realizaba mejor esta tarea en una solución de leche y DMF. Los enzimas seleccionados fueron la base para producir nuevos enzimas con otras variaciones, que se demostraron aún más eficaces en la DMF. Hizo lo mismo con una tercera generación, dirigiendo la evolución del enzima hacia una tarea específica: de aquí proviene «evolución directa».
Después de Arnold, otros investigadores trabajaron en este sistema, obteniendo resultados muy importantes para hacer que la evolución directa sea más controlable, a fin de obtener resultados aún más satisfactorios con el proceso de selección. Frances Arnold ha sido un pionero de esta técnica, que hoy permite realizar enzimas a medida y que no existen en la naturaleza, los cuales sirven para producir medicamentos y nuevos materiales.